miércoles, 21 de marzo de 2012

Así no


Por: Luciano Mormandi



Se esperó durante mucho tiempo. Siempre se la pidió. Se criticó con dureza que todos los países del mundo tenían una y nosotros no. Y una vez que se hace; bien o mal, pero se hace; se la reprocha y se le atribuye poca importancia. Me refiero a la Copa Argentina que se la desvaloriza en cada momento. No sólo por “algunos periodistas con intereses creados” sino también por técnicos de fútbol.

Alfio Basile no dirige en la Copa Argentina. Puede que no estaba arreglado en el contrato que firmó, o quizá porque el viaje en avión a Salta sea muy cansador. Una vez más Claudio Úbeda será el técnico en el partido de hoy a la noche con Patronato de Paraná. Mientras que el “Coco” se quedará en Buenos Aires “preparando a los once jugadores” que se enfrentarán a Unión de Santa Fe el Sábado.       

Una persona que es “grande” en todo sentido tendría que darle igual de importancia a todas las competiciones que diputa su equipo. Cuando el Barcelona, mejor equipo del mundo, le toca jugar por la Copa del Rey con el Alcoyano FC; Joseph Guardiola dirige de la misma manera que si fuera la final de la Champions contra el Manchester United. No manda al ayudante a dirigir. Lo mismo hace Mourinho o Alex Ferguson (técnico que dirige al Manchester desde 1986). Muchos técnicos argentinos tendrían que imitarlos no por cómo trabajan sino por la grandeza que adquirieron. Teniendo a los mejores planteles del mundo le dan la misma relevancia a una Copa Nacional que a una Internacional.

Mas allá de lo que pase de ahora en más, los técnicos tendrían que ser obligados a estar en todas las competiciones que sus equipos disputan. Y si así no lo hicieran tendrían que ser sancionados. Imagínense que un periodista se niegue a relatar o a realizar una nota sobre la Copa Argentina. Que el arbitro no quiera dirigir o que un futbolista no la quiera jugar. Terminemos con esto de una vez por todas. Basile tiene que dirigir al equipo. Porque además no es sólo una falta de respeto para el equipo rival sino también para sus propios jugadores.  

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