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| Gabriel Hauche intenta escapar de sus rivales. |
La academia está confundida, lenta, desprovista de carácter. Salvo Seba Saja y las ganas de Valentín Viola, nadie es capaz de aprobar la materia, ni siquiera raspando. Salió de casa a visitar a los primos más jóvenes que viven en Sarandí y, gracias a la gran tarde del arquero racinguista, no se le volvió a caer la estantería.
En un estadio Julio Humberto Grondona que lució casi repleto, Racing fue en busca de la primera victoria del campeonato frente a un Arsenal ordenado que reguló energías para no quedarse sin pilas en los tres torneos que disputa.
El primer tiempo arrancó arrebatándole una sonrisa al pueblo académico cuando Valentín Viola tuvo la oportunidad frente a Campestrini y, tras el buen remate de derecha, la pelota se fue acariciando el palo izquierdo del portero local. De ahí para adelante y, sobre todo los primeros 15 minutos, fueron del equipo de Gustavo Alfaro. Luciano Leguizamon estrelló un tiro en el palo y Carlos Carbonero le quemó las manos a Seba Saja que respondió de gran manera, ante la violenta ejecución de larga distancia del colombiano. Los del viaducto tuvieron más situaciones pero también fueron controladas con autoridad por el ex arquero de San Lorenzo.
En el complemento, el equipo del coco siguió igual de mareado que en el primero, aunque emparejó las acciones del encuentro. Quizá resguardando piernas, Arsenal no tuvo el juego de los primeros 45 minutos y Racing aprovechó para tener algún acercamiento hasta la expulsión de Patricio Toranzo, donde lo más saliente fue un tiro de Gio Moreno de afuera del área. Fue 0 a 0 en un aburridísimo partido.
Racing sufre naufragio futbolístico en los mares del torneo clausura. Sin rumbo, navega mareado con peligro de encallar en cualquier momento y, si no se orienta en breve; si no saca la brújula, va terminar peleando por no tocar fondo.
Fotografía e imágenes: TyC Sports.
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