lunes, 13 de febrero de 2012




RACING CLUB : 0   TIGRE : 0


CON SABOR A POCO


La ovación no se hizo esperar. Cuando la voz del altoparlante nombró al director técnico de la academia, el público de todos los costados del estadio se puso de pie y, cada uno aplaudió hasta sentir dolor en las manos. Alfio Basile se sentaba en el banco de Racing una vez más y, los 15 años de ausencia, quedaron en el olvido para que renazcan los recuerdos de la Supercopa  y la Interamericana de 1988. La ilusión de consagración aparece nuevamente en la cabecita  de la infinidad de hinchas de la academia que, como siempre, colmaron el coliseo de Avellaneda y  se adueñaron de todo televisor a mano en las casas argentinas, para seguir el debut en el Clausura 2012.

El subcampeón del fútbol  argentino (aunque nadie lo recuerde) recibía en su casa al complicado Tigre de Rodolfo Arruabarrena. Un equipo atrevido que, no respeta a los rivales y busca los puntos que tanto necesita para escaparle a la zona baja de los promedios del descenso.

El comienzo fue de estudio. Los equipos se evaluaron tratando de encontrar que armas iba a mostrar cada uno y, Tigre pegó el zarpazo primero, porque entendió de que venía la cosa. Y el tema venía por el sector derecho del ataque de los de Victoria. La zona estaba liberada por un Lucas Castro que se movía por todo el frente del ataque racinguista  (supuesto factor sorpresa) y un Claudio Yacob perdido en la cancha como Wally en los miles de libros publicados.  Por ahí se escapaba siempre Diego Galmarini buscando al movedizo Diego Morales, y a los siempre complicados Chino Luna y Román Martínez que se aprovechaban de la descalibrada zaga central de Racing formada por Marcos Cáceres y Matías Martínez. Pero además cada pelota parada que volaba al área académica tenía recepción del central Mariano Echeverría que conectaba sólo de cabeza. El equipo del vasco tuvo cinco situaciones netas de gol en el primer tiempo. La fortuna y la gran actuación de Seba Saja dejaron pardas las cuestiones en la primera etapa. En Racing sólo se vio la magia de Gio Moreno intentando abrir el marcador.

En la segunda parte el”coco” entendió que lo de Castro era un problema y lo sacó para que ingrese Patricio Toranzo, jugador del paladar del dt, pero que poco pudo hacer para revertir la historia. El patito estuvo perdido tanto como Lucas Castro en el partido y, sacando algún tiro al arco de su autoría, poco hizo en la ofensiva del equipo. Todo Racing seguía dependiendo de Gio para generar situaciones peligrosas y el colombiano fue lo mejor. Habilitó a Gabriel Hauche que mano a mano  no pudo con Javier García y, le dio un sabroso pase a Viola (ingresó por Hauche) que se escapó por la banda izquierda y tras dejar en el camino a Norberto Paparatto envió un centro bajo a la boca del área de Tigre que no pudo conectar el “As” Teofilo Gutiérrez. En el balance los de Victoria siguieron siendo más que el local y no se llevaron los tres puntos porque la puntería no los acompaño.

Fue cero a cero, empate y sabor a poco en  el regreso de Basile al coliseo de Avellaneda que tendrá que traerse los tres puntos de Mendoza, la semana que viene cuando visite a Godoy Cruz. Tigre se llevó para Victoria un buen punto y la imagen del guerrero que no claudicará  bajo ninguna circunstancia en la lucha por no descender.     

Nota: Diego Gauna



La gente colmó como siempre on PhotoPeach

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